ortabanners 01ortabanners 02ortabanners 03ortabanners 04ortabanners 05

Entrevista con Akın Gökyay

Akın Gökay thumb

Entrevista con el empresario turco Akın Gökyay, cuya colección de 412 juegos de ajedrez se encuentra en el libro de Records Guinness.

Fatma Ozturk: ¿Cuándo aprendió a jugar ajedrez?

Akın Gökyay: Mi padre era un profesor de algebra y geometría y un gran jugador de ajedrez. Me hacia jugar con él. Solía aburrirme pero él no me dejaba irme. Al final siempre perdía. Piénselo, juegas un juego y siempre pierdes.

Fatma Ozturk: Me parece que en ese momento no te gustaba el ajedrez...

Akın Gökyay: Por supuesto que no, ¿Por qué iba a gustarme? Todos quieren ganar.

Fatma Ozturk: Bueno, el podría haber perdido a propósito de vez en cuando. ¿Quizás esto hubiera mantenido su interés vivo?

Akın Gökyay: Mi padre era una persona honesta. El nunca hubiera perdido a propósito. El estaba tratando de enseñarme que el ajedrez no es como las apuestas, que no era un juego de suerte. Lo que te toca es lo que haces. No hay suerte en eso. Mi padre era un hombre sabio. Con el tiempo me mostro como podía vencerlo.

Fatma Ozturk: ¿Cuántos años tenía para entonces?

Akın Gökyay: Alrededor de la escuela media. Yo empecé a ganarle gradualmente. Te da una gran satisfacción cuando ganas. Por supuesto, el placer es doble cuando el oponente es tu padre.

Akın Gökay

 

Fatma Ozturk: Los juegos de ajedrez siempre van bien con los muebles. ¿Empezó por decoración y se convirtió luego en un hobbie? ¿Cómo comenzó esta pasión?

Akın Gökyay: Mi curiosidad no está relacionada con los muebles ni con la decoración. Me gusta mucho viajar y viajo mucho. También me gusta ir de compras. Por ejemplo, soy yo no mi esposa el que compra las cosas en nuestra casa. Yo compro todo, sea necesario o no. Vi un juego de ajedrez muy bien diseñado de metal en Milán en 1975.

El negocio estaba cerrado porque era sábado. También iba a estar cerrado al día siguiente e iba a abrir el lunes a las 15:00. Así que me quede en Milán por 3 días más sólo para comprar ese juego de ajedrez. Era una pieza de trabajo hermosa. Más tarde compré un juego de ajedrez en Hong Kong. Me di cuenta que hay muchos juegos de ajedrez bellos e interesantes. La cantidad de juegos de ajedrez seguía creciendo. Me gustan dos cosas sobre el ajedrez, primero que refleja la cultura de las naciones y países, y segundo que el ajedrez es un luego de la mente y la lógica. Por ejemplo, la bandera de Croacia tiene un dibujo de un juego de ajedrez. Hace tiempo atrás esto era bastante común en las ciudades estado. Los venecianos vinieron y conquistaron Dubrovnik.
El príncipe de Venecia era un gran jugador de ajedrez. Él escucho que el príncipe de Dubrovnik también lo era. Hicieron un trato, jugarían ajedrez y si el príncipe de Dubrovnik ganaba él retiraría su ejército. Y eso fue lo que pasó. Desde entonces tienen un juego de ajedrez en su bandera. Igualmente, no dejes que esta historia te engañe, no hay juegos de ajedrez especiales en Dubrovnik. Cada mañana miro los juegos de ajedrez y descubro todavía otro detalle interesante.

Fatma Ozturk: El material, los colores, la historia de los países, la cultura y las formas... ¿Qué le atrae de un juego de ajedrez?

Akın Gökyay: No tengo una preferencia especial sobre el material pero no compro juegos de hierro fundido porque todos se parecen entre sí. Como sabrás, hay juegos de ajedrez hechos de madera, mármol, una piedra suave llamada esteatita y hierro fundido.

No le doy mucho valor al material. No deben ser propensos a los daños y reflejar la cultura del país. Después de un tiempo tuve momentos en que me compré un juego de ajedrez para darme cuenta que yo ya había comprado algo similar antes de llegar a casa. Doy juegos como regalos. Un juego de ajedrez es un regalo de élite porque el ajedrez es un juego de elite.

Tengo 180 fotos de mis juegos de ajedrez en mi computadora portátil. Quiero armar un catálogo muy pronto. Tienen también diferencias de artesanía. Algunos de ellos son buenos en este sentido. No todos los países tienen juegos de ajedrez. Un ejemplo es Bulgaria, que sólo cuenta con juegos de ajedrez para los torneos no de un valor cultural.

Fatma Ozturk: De hecho, valoran enormemente el ajedrez. Por ejemplo el último Campeonato Mundial tuvo lugar en Sofía.

Akın Gökyay: Es algo distinto que el ajedrez sea popular y que el ajedrez sea una forma de presentación y reflexión del país sede. Por ejemplo, la gente ha estado haciendo buenos juegos de ajedrez en Estambul. Es lo mismo en los EE.UU. y América del Sur. África cuenta con algunos juegos de ajedrez buenos en su artesanía. Malasia e Indonesia cuentan con algunos mientras que Japón no.

Usted puede encontrar muchos juegos de ajedrez distintos en Italia, Grecia, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania y Noruega. Asia Central tiene muchos también a diferencia de Azerbaiyán.

Fatma Ozturk: ¿A pesar del nacimiento de Kasparov en Bakú y que el ajedrez es un deporte famoso en el país que no pudo encontrar un juego de ajedrez de su agrado?

Akın Gökyay: Fui a Bakú en 2007 y el año pasado. Nuestro gerente de compras pasó varios años en Bakú. Me contó de muchos lugares donde puedo encontrar juegos de ajedrez. No he podido encontrar juegos de ajedrez de valor en esos lugares. Somos como parientes con el ajedrez. Mi esposa tiene esta pasión también. Si la esposa de un hombre no lo apoya, no puede tener éxito.

¿Sabe usted que tenemos una colección de maletas en la casa? Puedo comprar muchos juegos de ajedrez y entonces necesitamos una maleta para poner los juegos de ajedrez, así que compra maletas también. Así es como hemos recopilado una serie de maletas en casa.

Fatma Ozturk: ¿Compra juegos de ajedrez siempre durante sus viajes? ¿Existen juegos de ajedrez que haya comprado, por ejemplo, ordenando por internet?

Akın Gökyay: Sí he comprado juegos de ajedrez por internet. Aunque en estos días no compro muchos juegos porque no puedo encontrar ninguno.

Fatma Ozturk: Tiene casi 460 juegos de ajedrez al día de hoy. ¿Tiene planes de abrir un museo o una exposición donde se pueden presentar estos juegos de forma permanente?

Akın Gökyay: Creo que deberíamos hacer algo con ellos. Tenemos una casa en Ümitköy, en Ankara. A mi esposa se le ocurrió la idea de convertir esta casa en un museo y fundación.